Día 14 | Exáltelo

Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios… De repente, hubo un gran terremoto y… todas las puertas se abrieron de golpe. Hechos 16.25–26, NTV

Hoy, sin importar lo que esté sucediendo, enfóquese en Dios, quien es su ayuda y defensor. No hay nada más liberador que alabarlo y expresar su confianza en su poder, sabiduría y amor. Considere a Pablo y Silas, que acababan de ser arrestados, azotados y encarcelados injustamente en una cárcel en Filipos (Hechos 16.16–34). Sin embargo, en lugar de concentrarse en su dolor, se enfocaron en el Señor y entonaron alabanzas a su santo nombre. Y debido a su confianza indeclinable en Él, Dios los libertó de la cárcel y muchos confiaron en Jesús como su Salvador. Hay poder en la alabanza.

Cuando usted exalta al Padre, reconoce su amor, respeta su soberanía y prepara el camino para su provisión. Así que hoy, aunque las circunstancias parezcan insuperables, tome la decisión de regocijarse en el Señor. Clame a aquel que es capaz de convertir su tristeza en gozo. Alabe a Dios no solo por lo que Él está planeando para su futuro, sino también por lo que usted puede aprender de su situación presente.

Llegando al final de este devocional de nuestro #14DiasDeOración exprésale su alabanza al Señor. Dile: ¡Señor, tú eres Dios! Eres digno de todo honor, gloria, poder y alabanza. Gracias por tu amor y por tu presencia. ¡Exáltelo! Amén.

Día 13 | Créale a Dios

¡Anímense! Pues yo le creo a Dios. Sucederá tal como él lo dijo. Hechos 27:25 NTV

En ocasiones tal vez te sientas como si tuvieras una fe inquebrantable en Jesús y como si estuvieras andando en una unidad de amor con Cristo que nunca terminará. Sin embargo, luego hay temporadas en las que Él parece tan distante, que usted se pregunta qué podría estar estorbando su comunión con el Señor. Sí, algo de esa supuesta separación puede deberse a algún pecado no confesado, pero ese no es siempre el caso.

Recuerde que la meta de Dios es edificar su fe, y eso puede significar quitarle toda evidencia visible de ayuda mientras usted continúa confiando en Él. Esto fue lo que pudo atestiguar Pablo. Transportado como prisionero a Roma —donde Él sabía que moriría por testificar de Cristo— la nave de Pablo se vio zarandeada por una violenta tempestad. Por muchos días la tripulación no comió nada ni tuvo alivio de la tormenta, pero Pablo no cuestionó por qué Dios permitía tal sufrimiento. En lugar de eso, se negó a abandonar la esperanza. El apóstol sabía que el Señor estaba obrando en todas las circunstancias para bien, por desesperada que pareciera la situación.

¿Qué tal en cuanto usted? Aun cuando no perciba la presencia de Dios y todas las circunstancias parezcan adversas, puede continuar testificando: «Le Creo a Dios»? 

En este día trece de nuestro #14DíasDeOración reafirma tu compromiso con nuestro Padre celestial de que aunque haya cosas que no entiendas continuaras creyéndole y confiando en que El obrará tal como Él ha prometido. Amén.

Reflexiona: ¿Le permitirá que Él haga crecer su fe por medio de la tormenta y continuar creyéndole a Dios en medio de ellas?

Día 12 | Todo para tu bien

Romanos 8: 28 “ Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”

¿Hay alguna dificultad en su vida que se niega a desaparecer haga lo que haga? Tal vez usted no lo entienda en el momento, y eso está bien. No es necesario que comprenda sus circunstancias, o por qué le afectan como lo hacen. Más bien, lo importante es que honre al Señor en medio de ellas.

La clave para mantener su esperanza al atravesar la adversidad se halla en una verdad fundamental: Dios es absolutamente soberano (Salmos 103.19). Debido a que Él es Señor sobre toda la creación, usted puede saber con certeza que Él hará que todo lo que ocurre en su vida obre para su beneficio. Tal como lo oye: todo.

Sólo le sucederá aquello que, de alguna manera, lo refine o edifique a la larga. Por consiguiente, el curso más sabio de acción cuando surgen las pruebas es preguntar: «Padre, ¿qué quieres que aprenda?». Escúchelo. Confíe en Él. Obedézcale. Y resista con confianza, sabiendo que a la larga verá como Él ha obrado en todo detalle para bendecirlo.

En este dia doce de los #14DíasDeOración tome la decisión de confiar en la soberanía de Dios y en que Él usará cada circunstancia en nuestra vida para nuestro bien.

Reflexión:

¿Qué área de su vida necesita entregar a Dios para conocer qué es lo que Él desea enseñarte?

Día 11 | Tu historia no ha terminado

Si en algo podemos estar de acuerdo es que la vida está llena de altas y bajas. Lo importante que debemos entender es que, no importa la temporada de vida que estemos atravesando, nunca estaremos solos. Habrán tormentas, pero también habrán bendiciones. Debemos mantener nuestros ojos en Dios a lo largo de todas las estaciones de la vida. Sus brazos están siempre abiertos y Él tiene un plan y un propósito para tu vida.

Durante los momentos difíciles, recuerda el Salmo 46.1-3 (NVI) “Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza,  nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos  aunque se desmorone la tierra  y las montañas se hundan en el fondo del mar; aunque rujan y se encrespen sus aguas  y ante su furia retiemblen los montes.”

Un pasaje particular para recordar se encuentra en Números 6:24-26 “Jehová te bendiga, y te guarde. Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia;  Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.”

Fortalécete en el Señor. Abre tu corazón, mente y alma a Él. Tu historia no ha terminado. Muy bien el apóstol Pablo escribió en Filipenses 1:6 (NVI) “Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.”

En este día once de los 14 Días de Oración toma la decisión de confiar en Dios en cada temporada de tu vida.

Reflexión: ¿Cuáles necesidades, planes, metas y sueños deseas poner hoy en manos del Señor?



Día 10 | Un privilegio, no una tarea

“Sólo Dios me da tranquilidad, sólo él puede salvarme; sólo él me da su protección ¡jamás seré derrotado!” Salmos 62:1-2 (TLA)

¿Ves tu tiempo con Dios en oración o en estudio de la Biblia como una tarea o un privilegio? Puede ser fácil, en nuestros apretados horarios, considerar pasar tiempo hablando con Dios como una tarea más. Algunos de nosotros nos despertamos, leemos nuestro devocional, estudiamos las Escrituras, decimos nuestras oraciones y luego simplemente lo tachamos de nuestra lista de tareas pendientes. Es ahí que muchos piensan: "Esta bien, hoy soy un buen cristiano, leí mi Biblia. ¡Hecho!". Si está bien y definitivamente es mejor que no hablar con Dios en absoluto, en cambio, es mejor si llegamos al grado del entendimiento que más que una tarea, mi tiempo de oración es un privilegio.

Piense en esto:  ¡Tenemos un camino directo de comunicación con el Dios viviente! Él conoce nuestros nombres. Él conoce la cantidad de cabellos en nuestras cabezas y se preocupa por nosotros. Susurra a nuestro oído porque cerca está de nosotros. ¡Él nos ama!

Hay tanto descanso y comodidad en eso. Mire su tiempo de silencio con nuestro Padre como un momento de renovación para su alma, sabiendo que su salvación proviene de él. Cuando logramos adquirir este enfoque, encontraremos aún más tiempo en nuestro día para pasarlo con Él.

Es en esa mentalidad que cada vez nos damos más de cuenta cuán significativo es estar con nuestro Padre en oración. Muy bien el salmista dijo:  “ Tú me enseñaste a vivir como a ti te gusta.¡En tu presencia soy muy feliz! ¡A tu lado soy siempre dichoso!” Salmo 16.11 (TLA)

En este día diez de los 14 Días de Oración, pídele al Espíritu Santo que produzca en tu corazón el deleite de estar con tu Padre Celestial.

Reflexión: ¿Qué debo ajustar en mi rutina diaria para experimentar el privilegio de pasar más tiempo con el Señor?



Día 9 | Dios nos ama a pesar de todo lo que somos y hemos hecho

“Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo.” 2 Timoteo 2.13

Permita que esta verdad le haga libre: usted no tiene que ser perfecto para experimentar el amor y la provisión del Padre. ¿Se preocupa constantemente por cómo sus errores pueden provocar que Dios reaccione en contra de usted? Esta es una manera agotadora de vivir. Si bien es esencial que le honre por medio de la obediencia, Dios no le ama menos cuando usted comete un error. Lo que aflige al Padre en cuanto al pecado es que le separa de usted. Al sentirse avergonzado por no haber cumplido con su estándar santo, usted se esconde de Él como consecuencia.

Sin embargo, lo que Dios quiere es tener una comunión profunda, ininterrumpida y permanente con usted. Es por eso que proveyó para nosotros tan perfectamente en la cruz. Ahora Él le invita, sin importar lo que haya hecho, a confesarle sus pecados. Porque cuando lo haga, Dios promete que le perdonará y limpiará de toda maldad (1 Juan 1.9).

¿Por qué Él está tan dispuesto a perdonarle cuando falla? Debido a su incondicional amor por usted. Él quiere que usted vuelva. ¡Él le quiere cerca! No permita que sus imperfecciones le mantengan separado de Dios.

Si en algún momento usted falla debe ir al Padre con la siguiente oración: “Señor, estoy muy agradecido por tu amor y aceptación. Te confieso mis pecados. Gracias por perdonarme. Amén.”

En este día nueve de los #14DíasDeOración confíe en el amor de su Padre celestial, si hubiese fallado confiese sus pecados y reciba la Gracia de Dios en su vida.

Reflexión:

¿Qué puedo confesar hoy en oración para abrir mi corazón a recibir el amor incondicional de Dios?



Día 8 | Escuchando a Dios en Oración

“Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: !!Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye.” 1 Samuel 3:10

Para que exista una comunicación efectiva, debemos saber que es una calle de dos vías. Se trata de escuchar y hablar. Sin embargo, durante el tiempo de oración con el Señor, muchas veces podemos caer en la tentación de solamente hablar. Invertimos tiempo en elementos tan importantes de la oración como alabando, agradeciéndole por su amor maravilloso, solicitando ayuda para usted y para los demás, pidiendo perdón... Estas prácticas son esenciales. Pero, ¿cuánto tiempo dedicas a escuchar realmente la respuesta de Dios?

La Biblia dice en Hebreos que Dios habla a sus hijos muchas veces y de muchas maneras. Una de esas maneras  es a través de la oración. Es por tal razón, es vital que en una relación con el Señor tomes el tiempo para escuchar su respuesta. Durante la oración, tome tiempo para que Dios calme sus temores y lo fortalezca para el día que le espera.

Cuando tomamos el tiempo para escuchar a Dios regularmente Él nos da la dirección que hemos estado esperando o la solución a esa situación que estás atravesando, o el versículo de las Escrituras que es relevante para su situación. En el Salmo 37.7 (NVI), la Biblia nos dice: "Estad quietos ante el Señor y esperad pacientemente por él".

En el octavo día de los 14 Días de Oración te invitamos a utilizar las palabras Samuel, como lo hizo durante su tiempo de oración: "Habla Señor, porque tu siervo oye.”

Reflexión: ¿Cómo puedo establecer de hoy en adelante una comunicación efectiva con el Señor?



Día 7: El maravilloso privilegio de congregarnos

Hebreos 10:25 (NTV) “Y no dejemos de congregarnos, como lo hacen algunos, sino animémonos unos a otros, sobre todo ahora que el día de su regreso se acerca”.

Hoy más que antes la tecnología nos brinda la oportunidad de conectarnos con la iglesia local y también con un sin número de iglesias alrededor del mundo. A tan solo un click del botón, tenemos la oportunidad de conectarnos y ser parte de los servicios de la iglesia con la mejor producción, el pastor más talentoso y con aquella iglesia que tiene la “mejor” calidad musical. Ante tantas opciones muchos se han planteado la idea del valor que tiene dejar las comodidades de mi hogar y ser parte activa de alguna comunidad de fe local. Creo con todo mi corazón que la respuesta de lo que debo hacer se encuentra en la misma palabra de Dios. El ejemplo en la manera que la iglesia primitiva se reunía nos da la luz que usted y yo necesitamos.

Hechos 2:44-47  “Todos los creyentes se reunían en un mismo lugar y compartían todo lo que tenían.  Vendían sus propiedades y posesiones y compartían el dinero con aquellos en necesidad. Adoraban juntos en el templo cada día, se reunían en casas para la Cena del Señor y compartían sus comidas con gran gozo y generosidad, todo el tiempo alabando a Dios y disfrutando de la buena voluntad de toda la gente. Y cada día el Señor agregaba a esa comunidad cristiana los que iban siendo salvos.”

Note que en el pasaje vemos que la iglesia adoraba juntos y compartían la palabra. Sin embargo, también habían tres cosas fundamentales que debemos resaltar: amistad, servicio y generosidad.

AMISTAD

El no ser parte de una congregación no me permite desarrollar amistades significativas que son tan determinantes en mi caminar con Dios. Las palabras no serían suficientes para describir cuán importantes han sido personas en mi comunidad de fe para ciertos momentos determinantes en mi vida.

SERVIR

Uno de los distintivos más claves para la vida de los primeros creyentes era que servían mutuamente a través de sus dones y talentos. Un buen servicio en linea no me permite poner mis dones y mis talentos al servicio de otros. Por el contrario, solamente me sirve a mi mismo y a mis necesidades.

GENEROSIDAD

El ser parte de una comunidad de fe me permite ser generoso y ayudar a mi iglesia local a continuar llevando el evangelio.

¿Es negativo la tecnología en las iglesias? La respuesta es NO. La tecnología nos permite alcanzar a personas de todo el mundo con el poderoso mensaje de Jesucristo. En tiempos como estos, hemos visto la gran oportunidad que brinda la tecnología y conexión digital. Sin embargo, no debemos sustituir con la tecnología el maravilloso privilegio de congregarnos.

Si decimos ser seguidores de Jesús, debemos amar lo que Jesús ama. Él ama la gente y ama su Iglesia por la cual estuvo dispuesto a dar su vida.

En el séptimo día de los 14 días de Transformación te invitamos a que si asistes una iglesia local dá gracias por tener una familia espiritual. Cuando esta temporada finalice, ve y congregate con expectativa de agradecimiento, de fe y adoración a aquel que te salvó y te hizo parte de su cuerpo que es llamada La Iglesia.

Reflexión:

¿Cómo la iglesia local ha sido de bendición para tu vida y familia?

Día 6: Détente. Déjaselo. Ora.

Mateo 6:6 TLA “Cuando alguno de ustedes ore, hágalo a solas. Vaya a su cuarto, cierre la puerta y hable allí en secreto con Dios, su Padre, pues Él da lo que se le pide en secreto.”

Todos tenemos algo que se llama instinto y por lo regular nuestra tendencia es actuar de acuerdo a el. Por naturaleza cuando vienen los obstáculos y situaciones nuestro instinto es a correr de ellos o a tratar de solucionarlos por nuestra propia cuenta. El problema de eso es que excluimos a Dios de la ecuación. Cuando excluyes a Dios, corres el riesgo de que los problemas se intensifiquen y que termines desgastado. Por esta razón, hay tres palabras importantes en el devocional de hoy: DETÉNGASE. DÉJESELO A DIOS. Y ORE.

El consejo de hoy es a que se detenga, se lo deje a Dios y ore. Si necesita protección o provisión... deténgase, déjeselo a Dios y ore. Si necesitas discernimiento o dirección... deténgase, déjeselo a Dios y ore. Vendrán los deseos de correr y solucionar todo en sus fuerzas. Pero lo más poderoso que puede hacer en medio de cualquier situación es correr hacia Dios y hablar con Él primero sobre la situación que está enfrentando.

DETENERSE

Mateo 6:33 “Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.”

DEJÁRSELO A DIOS

1 Pedro 5:7  (NVI) “Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes”.

ORAR

Filipenses 4:6 (NVI) “No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias”.

Reflexión:

El llamado en este momento es a que en su vida diaria incorpore: Detenerse, dejarselo a Dios y orar. ¿Qué necesitas entregar a Dios en el día de hoy?

Día 5: Su amor no cambia

Isaías 49:14-51:3 (TLA) “El pueblo de Jerusalén decía: «Dios me abandonó, mi Dios se olvidó de mí». Pero Dios respondió: «Jerusalén, ¿acaso puede una madre olvidar o dejar de amar a su hijo. Y aunque ella lo olvidara, yo no me olvidaré de ti. Yo te llevo grabada como un tatuaje en mis manos, siempre tengo presentes tus murallas.”

No se si se ha dado cuenta pero el mundo que vivimos enfrenta constantes cambios. Hablemos de los cambios tecnológicos. Nadie hubiera pensado 15 años atrás que fueran posible todos los adelantos que vivimos y disfrutamos el día de hoy. Antes para rentar una película, teníamos que dejar nuestras comodidades e ir al "videoclub" más cercano y hacer filas para ver esa película que tanto queríamos ver. Ahora tenemos accesos a ellas al instante por medio de cualquier dispositivo móvil.

Pudiéramos hablar acerca de las relaciones. Estoy seguro que si piensas detenidamente, hay personas que hoy no están en tu vida pero que sí lo estuvieron 5 años atrás.

También pudiéramos hablar acerca de los cambios en la sociedad. Hace tan solo 63 años en la sociedad más civilizada del mundo, todavía se permita la segregación racial. Hoy disfrutamos de mayor libertad en esos sentidos.

Podríamos inclusive hablar acerca del cambio actual que enfrentamos como humanidad debido al COVID-19 y como el mismo ha generado un cambio radical en nuestras familias, iglesia, ciudad, nación y mundo.

Hay muchos cambios constantes y seguirán habiendo cambios. Sin embargo, hay una cosa que nunca cambiará: El amor de Dios por cada uno de nosotros. La historia de la humanidad nos lo comprueba. Ni la rebeldía de Israel cuando le daba la espalda a Dios cambió el amor de Dios por la nación. Ni tampoco lo cambiará el hecho de que en ocasiones le demos la espalda a Dios con nuestras acciones. Él nos seguirá amando y seguirá intentando llamar nuestra atención con su amor persistente. Porque simplemente nos ama. Nos lo demostró colgado a través del madero en un lugar llamado el Gólgota hace dos mil años atrás. Nadie ha hecho eso por nosotros. ¡No hay amor más grande que el de Jesús!

En este día cinco de  14 días de Oración toma algunos minutos para reflexionar en ese amor que estuvo dispuesto a darlo absolutamente todo. Yo no sé usted pero  tanto amor merece mi total entrega y devoción.

Reflexión: 

¿De qué manera he experimentado el amor y la fidelidad de Dios en mi vida?



Día 4: Ten dos listas de oración

Colosenses 4:2. “Dedíquense a la oración: perseveren en ella con agradecimiento”.

Filipenses 4:6-7 “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”

No hay algo más importante y que traiga gozo a nuestro corazón que desarrollar el hábito del agradecimiento. Necesitamos vivir con actitud de agradecimiento a Dios. La gratitud es reconocer que Dios no me debe nada y todo lo he recibido como un regalo.

Todo lo que tienes es un verdadero regalo. Tu esposa (o) es un regalo, tus hijos son un regalo, tu cuerpo es un regalo, tu trabajo es un regalo, la comida es un regalo, la casa es un regalo y la salvación es un regalo.

El afán y la ansiedad viene cuando dejamos de ver todo como un regalo y nos enfocamos solamente en aquellas cosas que anhelamos pero que aún no tenemos. Cuando esto sucede, dejamos de ver la vida como justa y vemos a Dios como insensible y lejano de nuestras vidas. Si vivimos de esta manera, habremos perdido el enfoque y la paz que Dios quiere darnos.

Como pastor, no he estado exento de caer en esta trampa. ¿Cuál ha sido una solución para mi vida? Cada vez que voy a la presencia de Dios en oración, voy con una actitud de agradecimiento. Por eso TEN DOS LISTADOS DE ORACIÓN. Un listado de aquellas cosas que agradeces a Dios y otra con tus peticiones. Agradece por tu salvación, agradece por tu familia, por el alimento y por que mientras tengas aliento de vida, Dios perfeccionará la obra que ha comenzado en ti.

La gratitud es el punto donde comenzamos a experimentar el gozo de Dios en nuestros corazones.   

Durante esta temporada debemos enfocarnos en agradecer las bendiciones que tenemos y por el cuidado de Dios sobre nuestras vidas. Por eso el llamado de hoy en el reto de 14 Días de Oración es a venir en oración a Dios con una actitud de agradecimiento.

Reflexión:

¿Por qué agradeces hoy a Dios?

Día 3: Busca a Dios primero

Salmos 120:1 (NTV) Llevé mis problemas al Señor; clamé a Él, y respondió a mi oración. 

¿Tienes el hábito de compartir primero tus problemas con los demás en vez de con Dios? Es bíblico que otros oren por ti. Hay ocasiones que es sabio seguir el mandato bíblico de orar los unos por los otros. Sin embargo, muchas de tus preocupaciones pueden ser llevadas a Dios sin un intermediario. Puedes llevar tus problemas al Señor y compartirlos con Él en privado. Después, si todavía te incomoda algo, entonces puedes pedirle a otros que oren contigo.

Dios ama cuando sus hijos lo buscan primero a través de la oración en lugar de buscar a los demás primero. No hay nada más maravilloso que derramar nuestro corazón en oración a Dios y experimentar la consolación que solo Él nos puede dar.

El salmista David en un momento de mucha dificultad, cuando parecía que todos le habían dado la espalda, se enfocó en buscar a Dios primero y Dios fue fiel en escucharle y en responderle. Producto de esa experiencia David escribió el siguiente salmo:

“Puse en el Señor toda mi esperanza;  él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Me sacó de la fosa de la muerte,   del lodo y del pantano;puso mis pies sobre una roca, y me plantó en terreno firme. Puso en mis labios un cántico nuevo,  un himno de alabanza a nuestro Dios”. Salmos 40 (NVI) 

Hoy en el tercer día de los 14 Días de Oración toma la decisión de buscar a Dios primero. Él te va a mostrar el camino y la dirección que debes tomar. 

Reflexión: 

¿Qué situación te gustaría hoy presentarle primero a Dios en oración que a los demás?



Día 2: Una cita para dos

Salmos 5:3 (NVI) Por la mañana, Señor, escuchas mi clamor;  por la mañana te presento mis ruegos, y quedo a la espera de tu respuesta.

Hoy más que antes es importante tener una relación diaria con el Señor y buscarle en oración. Ante los retos y desafíos que estamos viviendo necesitamos estar fuertes espiritualmente. 

¿Sabías que unos minutos de oración en la mañana tienen el poder de cambiar el curso de tu día? Si no tienes tiempo para que Dios sea tu primera cita, te estás perdiendo la cita más importante de tu día.

Cuando pasas por alto pasar tiempo con Dios: en Su Palabra, en oración, en el espíritu, esencialmente estás perdiendo las bendiciones y las oportunidades que Dios tiene reservadas para ti. La palabra de Dios dice que no tenemos porque no pedimos, o no obedecemos (Santiago 4.2). Si queremos lo mejor de Dios para nuestras vidas, debemos ser diligentes en pasar tiempo con él. 

Cuando hacemos un alto de nuestras actividades, dejamos a un lado las distracciones, y ponemos a Dios primero, nos estamos poniendo en la posición correcta para ver los cielos abiertos sobre nosotros. El buscar su rostro y buscar su voluntad trae grandes recompensas. Por eso antes de que vengan los compromisos del día , dedique tiempo a Dios y escuche lo que tiene que decir. Cuando busca a Dios primero, su día será mejor y más brillante. Cuando hagas de Dios tu primera cita, tu día estará lleno de sus bendiciones, experimentarás su presencia, su dirección, su provisión y su protección en cada momento de tu vida.

Es como sacar una cita en un restaurante para solo dos personas, nada en todo el establecimiento es más importante que esa persona que te acompaña en esa cita. Así debe ser nuestro tiempo con Dios, una cita para dos.

Reflexión:

¿Qué cambios necesitas hacer en tu vida para que Dios sea tu primera cita? En el segundo día de oración reafirma tu compromiso con Dios de que Él será tu primera cita.



Día 1: Tu mayor conquista

Romanos 12:2 (NVI) “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.”

Hoy más que antes necesitamos hacer la diferencia en una temporada que todo parece empeorar. El temor, la desesperanza y el caos parecen gobernar en un panorama totalmente incierto. Ante eso es importante reflexionar que el cambio más importante sigue siendo el nuestro.  

No podemos controlar las circunstancias en nuestro alrededor, pero sí podemos pedirle al Espíritu Santo un cambio en nuestras vidas en medio de las circunstancias. 

Necesitamos reflexionar sobre la realidad de que antes de que Dios haga algo contigo, tiene que hacer algo en ti. Las crisis no son neutrales, o nos hacen menguar, o nos impulsan a un nuevo nivel de fe y relación con Dios. 

Por eso una de las cosas más importantes que debemos pedirle a Dios es que haya una transformación en nuestras vidas y en nuestra manera de pensar. Los resultados en nuestras vidas mayormente son el resultado de lo que somos internamente. 

Por eso el sabio Salomón dijo en Proverbios 16:32 “Mejor es ser paciente que poderoso; más vale tener control propio que conquistar una ciudad.” 

Por eso la oración es tan importante, porque el presentarnos delante de Dios diariamente y pasar tiempo en su palabra, transformará tu vida y traerá orden en tu mundo interior. Es en su presencia que experimentarás la paz que sobrepasa todo entendimiento.

Cuando somos transformados en nuestro interior y cuando Dios toma dominio de nuestros corazones, también nuestras circunstancias comienzan a cambiar y lo mas importante, nuestra manera de ver la vida.

Reflexión:

Te invitamos a preguntarle a Dios en este primer día de 14 Días de Ayuno y Oración qué necesitas cambiar y transformar en tu corazón en medio de esta temporada difícil. 

¿Qué cambios deseas ver en tu vida al final de estos 14 días? Hoy es un buen momento para que tomes un papel y lápiz y se los presentes al Señor. Una buena oración para comenzar este día es “Mas de ti Jesús en mi vida y menos de mí.”