“Sólo Dios me da tranquilidad, sólo él puede salvarme; sólo él me da su protección ¡jamás seré derrotado!” Salmos 62:1-2 (TLA)
¿Ves tu tiempo con Dios en oración o en estudio de la Biblia como una tarea o un privilegio? Puede ser fácil, en nuestros apretados horarios, considerar pasar tiempo hablando con Dios como una tarea más. Algunos de nosotros nos despertamos, leemos nuestro devocional, estudiamos las Escrituras, decimos nuestras oraciones y luego simplemente lo tachamos de nuestra lista de tareas pendientes. Es ahí que muchos piensan: "Esta bien, hoy soy un buen cristiano, leí mi Biblia. ¡Hecho!". Si está bien y definitivamente es mejor que no hablar con Dios en absoluto, en cambio, es mejor si llegamos al grado del entendimiento que más que una tarea, mi tiempo de oración es un privilegio.
Piense en esto: ¡Tenemos un camino directo de comunicación con el Dios viviente! Él conoce nuestros nombres. Él conoce la cantidad de cabellos en nuestras cabezas y se preocupa por nosotros. Susurra a nuestro oído porque cerca está de nosotros. ¡Él nos ama!
Hay tanto descanso y comodidad en eso. Mire su tiempo de silencio con nuestro Padre como un momento de renovación para su alma, sabiendo que su salvación proviene de él. Cuando logramos adquirir este enfoque, encontraremos aún más tiempo en nuestro día para pasarlo con Él.
Es en esa mentalidad que cada vez nos damos más de cuenta cuán significativo es estar con nuestro Padre en oración. Muy bien el salmista dijo: “ Tú me enseñaste a vivir como a ti te gusta.¡En tu presencia soy muy feliz! ¡A tu lado soy siempre dichoso!” Salmo 16.11 (TLA)
En este día diez de los 14 Días de Oración, pídele al Espíritu Santo que produzca en tu corazón el deleite de estar con tu Padre Celestial.
Reflexión: ¿Qué debo ajustar en mi rutina diaria para experimentar el privilegio de pasar más tiempo con el Señor?