Si en algo podemos estar de acuerdo es que la vida está llena de altas y bajas. Lo importante que debemos entender es que, no importa la temporada de vida que estemos atravesando, nunca estaremos solos. Habrán tormentas, pero también habrán bendiciones. Debemos mantener nuestros ojos en Dios a lo largo de todas las estaciones de la vida. Sus brazos están siempre abiertos y Él tiene un plan y un propósito para tu vida.
Durante los momentos difíciles, recuerda el Salmo 46.1-3 (NVI) “Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar; aunque rujan y se encrespen sus aguas y ante su furia retiemblen los montes.”
Un pasaje particular para recordar se encuentra en Números 6:24-26 “Jehová te bendiga, y te guarde. Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.”
Fortalécete en el Señor. Abre tu corazón, mente y alma a Él. Tu historia no ha terminado. Muy bien el apóstol Pablo escribió en Filipenses 1:6 (NVI) “Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.”
En este dia once de los 21 Días de Oración toma la decisión de confiar en Dios en cada temporada de tu vida.
Reflexión: ¿Cuáles necesidades, planes, metas y sueños deseas poner hoy en manos del Señor?